Ritual de Uso: Hidratación Diaria: Después de la ducha o el baño, aplica el aceite de almendras neutro sobre la piel húmeda. Masajea suavemente en todo el cuerpo con movimientos circulares para que el aceite se absorba profundamente, dejando la piel hidratada, suave y sedosa. Este ritual es ideal para mantener tu piel nutrida y protegida contra la sequedad diaria. Cuidado del Rostro: Usa unas gotas de aceite de almendras como parte de tu rutina nocturna de cuidado facial. Aplica en el rostro y cuello después de la limpieza, masajeando suavemente para mejorar la circulación y permitir que el aceite penetre profundamente. Este ritual no solo hidrata sino que también suaviza la piel, dándole un brillo natural. Masaje Relajante: Mezcla el aceite de almendras con unas gotas de tu aceite esencial favorito para un masaje relajante. Aplica con movimientos firmes pero suaves para aliviar la tensión muscular y nutrir la piel al mismo tiempo. Perfecto para momentos de autocuidado y relajación. Tratamiento Capilar: Para un cabello suave y brillante, aplica una pequeña cantidad de aceite de almendras en las puntas del cabello o en el cuero cabelludo. Masajea suavemente y deja actuar durante 30 minutos antes de lavar con tu shampoo habitual. Este ritual ayuda a nutrir y fortalecer el cabello, dejándolo sedoso y manejable.